Fundación del CNLP

Apenas tres años después de fundada La Plata, sus autoridades crean un Colegio Provincial para varones con el propósito de brindar a los habitantes de la ciudad naciente los medios para encarar su educación. Si bien en 1884, la Ley 1688 amplió los fondos provinciales destinados a la construcción de edificios y gastos escolares, la idea de una educación secundaria se orientaba más hacia lo práctico que a lo académico.

Fue necesario esperar hasta 1887, para que un decreto del Poder Ejecutivo Federal nacionalizara el Colegio Provincial creado en 1885 y lo convirtiera en el Colegio Nacional. En 1905, el Colegio quedaría incorporado a la recientemente creada Universidad Nacional de La Plata.

Emplazamientos provisorios

Cuando se iniciaron las clases, en abril de 1885, el primitivo Colegio Provincial de varones se encontraba emplazado en la esquina de las calles 9 y  47.

En agosto de 1886, se trasladó a un edificio de propiedad de la provincia, sito en la calle 51 esquina 17.

Desde 1907 a 1910, funcionó en el edificio ubicado en la calle 8 entre 57 y 58, donde actualmente funciona la Escuela Provincial Nº 1 y el Normal Nº 3, también propiedad de la provincia.

Fue recién en 1905, cuando el Colegio Nacional pasa a depender de la Universidad Nacional de La Plata, que el Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Dr. Joaquín V. González, y el Ministro de Hacienda de la provincia de Buenos Aires, Sr. Juan M. Ortiz de Rozas, refrendan el siguiente convenio cuyas cláusulas se expresan a continuación:

  1. El Poder Ejecutivo de la provincia cederá en propiedad al Gobierno de la Nación, con destino a la fundación de un Colegio Nacional modelo, una extensión de terreno en la ciudad de La Plata compuesta de doscientos ochenta metros de frente al Boulevard 1, desde la calle 50 hasta la 47, con cuatrocientos metros de fondo, hasta tocar por contrafrente con la calle 117, debiendo excluirse del área la superficie destinada a la vía férrea que arrancando de la nueva estación central, empalme con la línea del puerto de la Magdalena. Queda comprendido en la donación el edificio que actualmente ocupa la Dirección General de Salubridad.
  2. La Provincia cederá igualmente el uso de otra fracción de tierra lindera con la anterior, comprendida entre los siguientes límites: calle 117, calle 50 y la vía férrea mencionada en la cláusula anterior. Esta fracción servirá para campo de experimentación de los cultivos destinados a la instrucción práctica de los alumnos del Colegio Nacional, y retrovertirá a la provincia cuando luego que deje de tener esa aplicación.
  3. La calle que sirve actualmente para la comunicación de la ciudad de La Plata con el dique de cabotaje nº 1 quedará clausurada para que la faja de tierra que queda entre ella y el futuro Colegio Nacional pueda ser anexada sin solución de continuidad al Parque Iraola. El Gobierno de la Nación tomará a su cargo la pavimentación de la calle 50, en todo el frente que corresponda a los terrenos cedidos en propiedad o usufructo para la fundación del Colegio, desde el Boulevard 1 hasta la intersección con la línea férrea del empalme con las del Puerto y Magdalena.
  4. El edificio que actualmente ocupa el Colegio Nacional -51 y 17- será destinado a la instalación de las oficinas y demás dependencias de la Dirección General de Salubridad de la Provincia.

Su emplazamiento definitivo

En septiembre de 1910, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Dr. Joaquín V. González, inaugura con la presencia de las más altas autoridades provinciales y nacionales, el nuevo edificio del Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata, tal cual lo conocemos hoy.

El complejo edilicio albergaba un modelo único en el país en materia de enseñanza, que anexaba al edificio principal un internado modelo, el U.L.P.I. (Universidad de La Plata Internado), en donde los alumnos convivían con sus profesores y bedeles, rodeados de atenciones y comodidades y de un gran parque con valiosas piezas decorativas. También contaban con un inmenso gimnasio cubierto, semejante a un templo griego y una pileta de natación. Se disponía, además, de canchas para practicar todo tipo de deportes, incluso yachting en el vecino Dock Central.

Este centro educativo fue único en todo el país distinguiéndose, desde su nacimiento, por su carácter experimental y de innovación pedagógica.

Nuestras aulas centenarias

Desde sus orígenes el Colegio Nacional de La Plata se ha trasformado en emblema de educación pública, gratuita y de calidad.

Por sus aulas centenarias pasaron Julieta Lanteri, Pedro Henríquez Ureña, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sábato, Enrique Anderson Imbert, René Favaloro, Sergio Karakachoff, Humberto Antonio Fabris, Arnaldo Orfila Reynal, Rafael Arrieta, Daniel Favero,  Federico Moura y Julio Palmaz.

Su histórico salón de actos supo albergar en los albores de la naciente vida académica, a la Asamblea Universitaria. También fue recinto de populosas asambleas estudiantiles que dieron inicio al proceso de incorporación de los alumnos al cogobierno de nuestra universidad.

Albert Einstein, Ortega y Gasset, Leopoldo Lugones y autoridades de los distintos poderes de nuestro país fueron algunos de sus visitantes ilustres. Hay quienes cuentan que en él, Federico García Lorca dio detalles de cómo organizó su compañía de teatro universitario, “La Barraca”.

El Colegio hoy

En la actualidad más de 1700 estudiantes comparten las aulas con casi 400 docentes, quienes junto a 70 integrantes del cuerpo no docente conforman la comunidad educativa del Colegio.

El Colegio Nacional cuenta con tres salas destinadas a la preservación y exhibición de su patrimonio histórico, integradas a la red de museos de la Universidad.

La Sala Histórica Profesor Federico Carlos Ciappa”, recientemente puesta en valor, es el resultado de un proceso de concientización histórico institucional.

Allí pueden verse, además de elementos conmemorativos de distintas épocas, libros antiguos y colecciones bibliográficas donadas por profesores de la casa, como Eithel Orbit Negri y Edelmiro Calvo.

El Museo de Física, resguarda instrumentos de valor histórico. Durante muchos años funcionó en el “Partenón”, hasta que en la década del setenta, regresó a un nuevo edificio en el ámbito del Colegio, donde se encuentra actualmente.

El Museo de Ciencias Naturales cuenta con una gran variedad de elementos educativos. Alberga una valiosa colección con piezas únicas de Anatomía, Arqueología, Antropología, Mineralogía y Zoología.

 El Edificio Madres de Plaza de Mayo aloja a la Biblioteca Sergio Karakachoff, con un número cercano a los 43.000 ejemplares y una sala de lectura de libre acceso a los volúmenes. La biblioteca se ha convertido en un espacio de memoria y con el paso de los años se sumaron el Mural de las Noche de los Lápices; la obra memorial; el limonero plantado en homenaje a Chicha Mariani y la histórica baldosa de Plaza de Mayo donada por la Fundación Madres.

La sala de computación ofrece a los estudiantes la posibilidad de conectarse con las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), herramienta fundamental para su desempeño en el mundo actual.

Desde sus orígenes, el Colegio Nacional “Rafael Hernández” ha sido garantía de calidad educativa, innovación pedagógica e inclusión, valores fundacionales que aún hoy siguen vigentes y alumbran nuestro futuro.

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