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ISSN 2347-0607
Propietario: Colegio Nacional - U.N.L.P.
1 y 49 - (1900) La Plata
Director Responsable: María José Arias Mercader
Registro DNDA en trámite
Año 2 - Número 2
Mayo 2014

Bajo la lupa

El Bloque Académico también rinde examen

Primeros resultados de su evaluación

 

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Rosaura Camaño (*)

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Rosaura Camaño

Licenciada y Profesora de Psicología de la UNLP. Actualmente se desempeña como psicóloga en el Departamento Socio-psicopedagógico del Colegio Nacional.

Paola Santucci (*)

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Paola Santucci

Maestranda en Ciencias Sociales con Orientación Educación en FLACSO y Profesora de Sociología egresada de la UNLP. Preceptora del Colegio Nacional.

 

Resumen

La preocupación por la inclusión ha estado siempre presente en nuestro sistema educativo y es una tarea aun pendiente. “La inclusión en una identidad determinada supone la exclusión de otros” (Dussel, 2003:308). Es por ello que situaciones como repitencia, sobreedad o deserción son visualizados como cuestiones problemáticas que deben ser atendidas. A partir de la LEN N° 26206/06 el objetivo es garantizar la igualdad de oportunidades y de resultados. 

En este marco, el Colegio Nacional de La Plata ha llevado adelante la construcción de distintos dispositivos escolares que den respuesta a dicha problemática. A partir del año 2004, la gestión del Colegio se orienta a la construcción y puesta en marcha de un proyecto de vanguardia pedagógica, con el sentido de formar una propuesta educativa innovadora y de fuerte compromiso social. 

Este artículo tiene como propósito compartir los primeros resultados de una primera evaluación en proceso del Bloque Académico (BA), dispositivo instrumentado para atender los problemas de retención y repitencia en los primeros años de la escuela secundaria (Res. N°33/10). Dicha evaluación fue realizada en el año 2013, a pedido de la gestión institucional, con la finalidad de analizar el impacto que ha tenido este nuevo formato tras la finalización de dos cohortes consecutivas.

El BA se comenzó a implementar a partir del año 2010, su grado de desarrollo incipiente constituye un elemento clave a tener en cuenta en el proceso evaluativo, cuyo resultado permite elaborar ajustes que sean de utilidad para alcanzar los objetivos propuestos. Sin embargo, reconocemos la necesidad de continuar este proceso para identificar tendencias más definidas y dar cuenta de su impacto a largo plazo.

Palabras claves: Inclusión – Dispositivos  - Enseñanza para la Comprensión (EPC) – Prácticas Pedagógicas – Rendimiento Académico.

 

Introducción

En la actualidad y a partir de la obligatoriedad del nivel medio, la escuela se encuentra interpelada por el paradigma de la inclusión. En este sentido el acceso, la permanencia y finalización para el nivel secundario, es una preocupación que implica también un desafío.

En este marco, el Colegio Nacional a lo largo de su historia y respondiendo a su mandato fundador -de escuela pública de innovación- ha llevado adelante la construcción y puesta en marcha de distintos dispositivos escolares que den respuesta a dicha problemática.

A partir del año 2004, la gestión del Colegio trabaja orientada a la construcción y puesta en marcha de un proyecto de vanguardia pedagógica, con el sentido de formar una propuesta educativa innovadora y de fuerte compromiso social. Esta línea de acción se vio sustenta y respalda aun más, a partir de la implementación de la Ley de Educación 26206/06, que establece la obligatoriedad de la educación secundaria.

Con esta perspectiva, en los últimos diez años, se vienen desarrollando una serie de proyectos institucionales:

  • Pareja pedagógica: consiste en la permanencia de los adultos referenciales por ciclos, preceptor- encargado del curso, con el fin de ofrecer un mayor y mejor acompañamiento.   
  • Pareja didáctica: en primer año, el profesor del curso trabaja en las áreas de Lengua y Matemáticas, con un docente de apoyo en el aula.
  • Becas de acompañamiento económico y viandas: para resolver las necesidades de los estudiantes con dificultades económicas.
  • Talleres coprogramáticos: vinculan a los estudiantes con actividades culturales.
  • Programas socio-educativos: propician el trabajo participativo, comprometido y activo en el plano social.

 

El objetivo de estas estrategias implementadas ha sido y es garantizar el derecho a aprender con igualdad de oportunidades y posibilidades, con una política de inclusión pedagógica que permita el acceso, permanencia y egreso de los estudiantes con calidad educativa. Esto implica atender una nueva realidad social, nuevas subjetividades de los jóvenes, la diversidad y, por lo tanto, flexibilizar los tiempos de aprendizaje teniendo en cuenta las singularidades de los procesos cognitivos de los estudiantes.

En este contexto, mediante la Resolución N°33 del año 2010, se implementa el Bloque Académico. El mismo surge para dar una respuesta concreta al alto índice de repitencia y deserción producida en primer año y a la vulnerabilidad que presentan algunos grupos de ingresantes. Apunta a la articulación de los niveles primario y secundario, por ello se implementa en los dos primeros años de la secundaria conformando un bloque de veinticuatro meses. Las innovaciones antes mencionadas siguen teniendo vigencia y a esto se agrega la permanencia durante este período de los docentes de las asignaturas, con la intención de permitir mayor tiempo de conocimiento para estudiantes y profesores, intentando propiciar de este modo un mayor acompañamiento y seguimiento.

Con la idea de lograr una fuerte articulación al interior del Bloque se revisaron y adecuaron los contenidos en estos dos primeros años para constituir secuencias de aprendizaje espiraladas de complejidad creciente. Además, antes de finalizar cada ciclo lectivo, se realiza una actividad de integración llamada Período de Síntesis donde se ponen en juego los contenidos y capacidades desarrolladas durante el año. A su vez, las mesas de examen tradicionales fueron reemplazadas por instancias de evaluación y acompañamiento, donde los estudiantes revisan y trabajan junto a los docentes las metas que no han sido alcanzadas previamente.

 

Evaluando el Bloque Académico

En el año 2013, entrando en su cuarto año de vigencia y con la experiencia de dos cohortes completas, la gestión institucional convoca a una evaluación del funcionamiento de este proyecto de innovación pedagógica invitando a cuatro evaluadoras, dos que pertenecen a la institución y dos externas 1 , quienes trabajaron de manera articulada para complementar sus miradas y aportes.

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La Lic. Rosaura Camaño, la Prof. Paola Santucci -quienes trabajan en la institución-, la Dra. Sonia Araujo, especialista en evaluación universitaria y la Lic. Matilde Roncoroni -que participaron como evaluadoras externas.

Toda evaluación se constituye en una herramienta que permite analizar la puesta en marcha y el desarrollo de un proyecto y constatar el grado de cumplimiento de diversas metas y objetivos del mismo. La información que se produce a partir del proceso evaluativo sirve para reflexionar sobre las acciones implementadas, tomar decisiones a futuro, mejorar las estrategias, realizar ajustes y dar a conocer los resultados obtenidos.

La finalidad que persigue esta evaluación es poder analizar en qué medida los objetivos propuestos para la implementación del Bloque han sido alcanzados, cuál es el impacto que tuvo en la comunidad educativa, qué cuestiones requieren una redefinición, cuáles son las líneas de trabajo que necesitan una mayor profundización y qué efectos no esperados (deseables o no) tuvieron lugar a partir del desarrollo de este nuevo dispositivo escolar.

Para llevar a cabo este proceso resultó indispensable la elaboración de herramientas metodológicas que permitieran medir el impacto que ha tenido sobre la retención escolar y el rendimiento académico de los estudiantes. Así como también reconstruir la forma en que fue abordado el proceso de reforma curricular al interior de los departamentos, la percepción de los docentes que participaron de las distintas etapas y la percepción de los estudiantes que transitaron por este trayecto formativo. Cabe destacar la importancia de analizar los alcances y las limitaciones para modificar las trayectorias escolares de los estudiantes con dificultades académicas.

Se decidió optar por el abordaje de estrategias metodológicas cuantitativas y cualitativas, dado que cada una de ellas aporta distintas miradas para analizar nuestro objeto de estudio: el Bloque Académico. Es así que desde la metodología cuantitativa se elaboraron una serie de indicadores que permitieron detectar el impacto sobre el desgranamiento, la retención y el rendimiento escolar de los estudiantes, a través de la técnica Antes y Después.

Por otro lado, se utilizaron estrategias cualitativas para comprender cómo fueron percibidos los procesos de construcción e implementación de este dispositivo a través de sus participantes y, por ende, su repercusión en las prácticas pedagógicas. La técnica aplicada fue la entrevista semiestructurada en profundidad a los jefes y coordinadores de departamento de las doce disciplinas, quienes nos pusieron en contacto con los docentes que dictan clases en el Bloque. A su vez, los estudiantes participaron de los focus groups utilizando como criterio de agrupamiento el rendimiento escolar.

El grado de desarrollo del proyecto es un elemento clave a tener en cuenta en el proceso evaluativo. En este caso, el BA es un dispositivo de reciente implementación, que se comenzó a desarrollar durante el año 2010 y fue sufriendo una serie de ajustes en función de mejoras que dieron lugar a experiencias con modificaciones entre la cohorte 2010-11 y 2011-12. Reconocemos las necesidad de continuar con un proceso evaluativo que pueda dar cuenta de los resultados de las dos cohortes siguientes a modo de identificar tendencias más definidas. Sin embargo, una evaluación temprana permite elaborar ajustes que sean de utilidad para alcanzar los objetivos propuestos.

 

Primeros resultados

Al analizar la evolución del porcentaje de desgramiento y promoción de los dos primeros años de la escuela secundaria se puede observar que el desgranamiento desciende sostenidamente desde 2007, pasando de un 17,3 % a un 11,2 % en 2012. Mientras que el porcentaje de promoción pasó de un 82,7% en 2007 a un 88% en 2012.

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Gráfico N°1

Rendimiento académico de los estudiantes de 1º año a noviembre en porcentaje comparado por año.

Hasta el año 2009: Promueven = 0 o 1 materia; Riesgo medio = 2 o 3 materias; Riesgo alto: 4 o más materias.
A partir de 2010: Promueven = 0, 1 o 2 materias; Riesgo medio = 3 o 4 materias; Riesgo alto: 5 o más materias.

Fuente: Estadística de elaboración propia realizada con datos obtenidos del Departamento de Enseñanza del Colegio Nacional.

Gráfico 1Cuando se analizó el rendimiento académico durante el ciclo lectivo de los estudiantes que transitaban su primer y segundo año, se observó que a partir de 2010 se registra un aumento de estudiantes que promueven a noviembre de ese año a expensas de una disminución de los estudiantes que se encuentran en riesgo alto (Gráfico 1).

Gráfico 2En el caso del rendimiento de los estudiantes que transitaban segundo año se puede destacar un incremento del porcentaje de promoción en 2010 vinculado con una disminución relativa del grupo de estudiantes que se encontraban en riesgo alto. En caso del año 2011, se observa una disminución relativa del grupo de estudiantes en riesgo medio a expensas del incremento relativo de los extremos. Finalmente, en 2012, el crecimiento del porcentaje de promoción viene acompañado del crecimiento de los estudiantes en riesgo medio que tiene como contrapartida la disminución en el grupo de mayor riesgo. En términos generales, se destaca el crecimiento relativo del grupo de estudiantes que promociona y la disminución progresiva de los grupos en riesgo. (Gráfico 2).

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Gráfico N°2

Rendimiento a noviembre de 2º año en porcentajes comparando por año

Fuente: Estadística de elaboración propia realizada con datos obtenidos del Departamento de Enseñanza del Colegio Nacional.

Gráfico 3Otra cuestión que se tuvo en cuenta a la hora de analizar el impacto sobre el rendimiento académico consistió en poner el acento en los grupos con riesgo medio y alto para observar la evolución de sus trayectorias al interior de las dos cohortes con BA. Tal como indica el gráfico 3, que se presenta a continuación, en la segunda cohorte del BA los estudiantes que transitaron primer año con dificultades (ya sea con riesgo medio o alto) logran mejorar en términos porcentuales sus trayectorias con respecto a la primera cohorte del bloque. En ambos cuadros se observa una disminución del porcentaje de estudiantes con riesgo alto, al mismo tiempo se incrementa el porcentaje de estudiantes que promueven durante el tránsito por segundo año.

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Gráfico N°3

Rendimiento en 2º año de los estudiantes en Riesgo Medio y Riesgo Alto en 1° año

Fuente: Estadística de elaboración propia realizada con datos obtenidos del Departamento de Enseñanza del Colegio Nacional.

Gráfico 4Lo mismo puede observarse en el gráfico 4 donde se analiza el porcentaje de promoción de los estudiantes que transitaron con dificultades los veinticuatro meses del bloque. En ambos cuadros se destaca un aumento significativo del porcentaje de promoción.

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Gráfico N°4

Porcentaje de Promoción y Repitencia de los estudiantes que transitaron el bloque académico con dificultad

RM: Riesgo Medio RA: Riesgo Alto

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del Departamento de Enseñanza del Colegio Nacional.

Todo esto indica que el BA ha incidido positivamente sobre el rendimiento de los estudiantes que se expresa en una mayor capacidad de retención escolar con la disminución del porcentaje de desgranamiento y con la mejora en el rendimiento durante el ciclo lectivo, aumentando el porcentaje de promoción y la disminución relativa del grupo de estudiantes con riesgo alto. Además los números indican que el Bloque ha tenido un impacto importante sobre los grupos que tienen mayores dificultades, destacándose mejoras significativas en su segunda cohorte de implementación.

Gráfico 5Sin embargo, algunos datos nos indican que la repercusión de las estrategias del Bloque todavía no ha alcanzado de manera significativa a los grupos con mayor vulnerabilidad socioeconómica. (Gráfico 5)

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Gráfico N°5

Rendimiento académico comparativo entre Becados y No Becados en primer año a noviembre de 2011 y 2012

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del Departamento de Enseñanza del Colegio Nacional.

Estos gráficos expresan la diferencia porcentual en el rendimiento de los estudiantes que transitan primer año con beca, con respecto al resto de los estudiantes de ese año.
A su vez, en 2° año de 2011, repiten 28 estudiantes, el 25% de ellos son becados y de los 12 estudiantes que se van de la escuela, la mitad es becada. En 2° año de 2012, repiten 20 estudiantes, el 70% de ellos son becados y se van 16 estudiantes de la escuela, de los cuales el 31% son becados.
Todo esto nos da la pauta de que la situación de los estudiantes que atraviesan dificultades socioeconómicas es muy crítica con respecto a su rendimiento académico en comparación con quienes no se encuentran en esas circunstancias. Cabe destacar que los estudiantes becados constituyen entre un 12 y un 14% de la población total de estudiantes. Sin embargo, entre los años 2011 y 2012, se puede identificar una mejora en primer año donde los estudiantes becados que promocionan pasan del 36% al 56%. Con respecto a segundo año, los números indican un porcentaje significativo de estudiantes becados, que componen los grupos de estudiantes repitentes.

 

Grupos Focales con estudiantes que participaron del BA

Las entrevistas en focus groups realizadas a los alumnos con bajo rendimiento académico proporcionan una mirada que aporta nuevos elementos sobre estos resultados.
Se pudo identificar una fuerte articulación entre el bajo rendimiento académico y los grupos de mayor vulnerabilidad socio-económica. Los entrevistados destacaron que uno de los desafíos más grandes que se le presentaron durante su trayecto escolar fue la discriminación sufrida por su grupo de pares a raíz de esta situación.
Si bien logran dar cuenta de las tareas a realizar en su rol de estudiantes no siempre pueden ponerlas en práctica. Al no sentirse seguros de sus capacidades y habilidades tienden a invisibilizarse en el aula (no participan, no preguntan). De este modo intentan pasar desapercibidos para sus compañeros y docentes, ocupando un lugar del cual no pueden salir y quedan estigmatizados como los que “no pueden”. Destacan que los preceptores son quienes los acompañan y ayudan en la escuela, porque están pendientes de ellos, les recuerdan lo que hay que hacer, los ayudan a organizarse, a hacer la tarea y a estudiar durante las horas libres. También mencionan las clases de apoyo que, al estar dirigidas a un grupo menor de estudiantes que se encuentran en su misma situación, se constituyen en espacios fructíferos para el aprendizaje.
Resulta interesante recuperar la manera en que ellos se describen afirmando que son vagos, irresponsables, desprolijos, les cuesta “ponerse las pilas”, entender los libros y escribir. Para revertir la baja autoestima de estos estudiantes, el rol que cumplen los adultos significativos (sean docentes, preceptores y/o padres) es clave en la construcción de la mirada que forman de sí mismos, ya que se trata de sujetos en proceso de constitución de su identidad.

 

Percepciones de los docentes sobre la experiencia del BA

Las entrevistas con los jefes y coordinadores de los departamentos y los docentes que dictan clases en el bloque, permitió recuperar los aspectos que consideran relevantes.
“Todos coinciden en la sensación de haber iniciado un camino que es necesario continuar y realizar ajustes para seguir avanzando” (Roncoroni, 2013:10). A su vez desde la evaluación, estos datos permitieron visualizar los alcances del BA más allá de los objetivos propuestos inicialmente.
Desde el punto de vista de los docentes lo nuevo y positivo que aportó el BA es el Trabajo con el mismo grupo de estudiantes durante dos años. El hecho de acompañarlos durante este período les permite alcanzar un conocimiento más acabado de sus debilidades y fortalezas y planificar las estrategias de intervención en función de las particularidades del grupo. Los entrevistados consideran que  esta flexibilización del tiempo no sólo es importante porque permite el desarrollo de variadas estrategias para que los estudiantes alcancen los desempeños; sino que también contribuye a  la construcción de un vínculo afectivo que favorece el aprendizaje.
Ante la incertidumbre que implica todo cambio muchos ven, en la Enseñanza para la Comprensión  el marco que organiza el trabajo docente. La implementación del dispositivo “Bloque académico” y todas las instancias de reflexión y trabajo en comisiones interdepartamentales como en reuniones en el interior de los Departamentos fueron consideradas por los mismos como un espacio que propició la revisión de las prácticas docentes y la sistematización de las actividades en el aula  en el marco de la EpC. Fundamentalmente destacan la configuración de un programa fuertemente articulado en primer y segundo año a partir de un modo espiralado donde los alumnos van incorporando desempeños de mayor complejidad y profundidad.
La realización de actividades en el marco del Período de Síntesis también es otro aspecto destacado por los docentes. Los desempeños de síntesis, les permitieron elaborar actividades más integradoras orientadas a posibilitar la constitución de un conocimiento duradero. Además, los profesores pudieron observar cambios positivos en actitudes e intereses de los alumnos y en la producción en el aula.

 

Logros que trascienden los objetivos del BA

El BA permitió la institucionalización y sistematización de algunas experiencias exitosas que se venían realizando previamente desde los distintos departamentos pero estaban vinculadas más al voluntarismo, las afinidades o la capacidad de innovación individual.
A nivel intradepartamental implicó una revisión curricular que modificó la planificación, programas y objetivos, teniendo como disparador la pregunta en torno de los saberes que se espera que alcance el egresado del colegio. Como los estudiantes se quedan con metas pendientes y no con materias, se requirió de la unificación de criterios de evaluación entre los docentes, ello implicó un gran trabajo conjunto de definición de una serie de aprendizajes mínimos necesarios para su acreditación. También se dio lugar al desarrollo de trabajos interdisciplinarios, más que nada a partir del período de síntesis con la articulación entre distintos saberes y habilidades cognitivas.
Estas experiencias se han replicado en otros niveles dentro del colegio, como las actividades integradoras de desempeño de síntesis.

 

Cuestiones a seguir trabajando…

Como ya se mencionó el proyecto “Bloque Académico” se encuentra en una primera etapa de instrumentación lo que implica que hay una serie de temas que requieren una mayor profundización.
La revisión de los programas y su adecuación al marco de la EpC es una tarea permanente que debe ser intensificada. “La situación de alumnos que no han logrado las metas, necesita revisión de las estrategias no sólo desde cada disciplina, sino que se requiere una mirada interdisciplinaria, con un abordaje que comprometa distintas instancias” (Roncoroni, 2013: 13).
Otro punto que merece ser revisado está vinculado con las evaluaciones que se ponen en práctica, donde pareciera existir una desconexión entre las nuevas modalidades de enseñanza implementadas, atendiendo a las particularidades de los alumnos, y las modalidades de evaluación vinculadas a paradigmas anticuados.
También se hace evidente una preocupación que se expresa en la tensión  entre la dependencia/autonomía que configuran los estudiantes respecto de su tarea. Cabe preguntarse en qué medida las estrategias de acompañamiento implementadas propician un desarrollo más autónomo por parte de los estudiantes Entre muchos docentes aparece la idea de que el BA actuaría a modo de colchón que amortigua la llegada al secundario y esto se transforma en un tiempo de espera de ciertas actitudes y habilidades de los estudiantes. Lo interesante en estos planteos es que mientras algunos ven en sus alumnos carencias en cuanto a lo que se espera, otros comienzan a problematizarlo y a cuestionar su lugar “como posibilitadores” de la autonomía. Tal como afirma una entrevistada, “… están acostumbrados a tener todo servido y nosotros como docentes nos apuramos a contestarles todo, entonces no le damos lugar a que ellos puedan buscar y pensar por sí solos y desarrollar prácticas más autónomas”.

 

Reflexiones Finales

Estos primeros resultados de la evaluación del BA permiten identificar en qué medida ha generado un impacto sobre el rendimiento académico de los estudiantes y sobre las prácticas pedagógicas de los docentes, teniendo en cuenta su reciente implementación. De esta manera se puede observar un incremento en la retención y una disminución de la repitencia, así como una mejora en el rendimiento durante el ciclo lectivo, sobre todo del porcentaje de estudiantes cuyo trayecto escolar se ha sostenido con ciertas dificultades. En este sentido, parte de los objetivos propuestos han sido alcanzados. Aún queda pendiente la situación de los grupos más vulnerables. Además, la implementación del BA ha contribuido a generar procesos de cambio en los docentes, revisión de epistemologías, modelos didácticos y estrategias. Por eso esta instancia de evaluación es clave para poder percibir las cuestiones que han tenido una repercusión positiva a los fines esperados y aquellas otras que requieren ajustes.  Esto nos lleva a pensar en la necesidad de continuar el proceso evaluativo, en una etapa de mayor desarrollo del dispositivo que permita llevar a cabo un análisis de resultados, más que de procesos.
Sabemos que de los distintos dispositivos educativos que se implementan en las instituciones se ha escrito mucho pero muy poco de su monitoreo y evaluación. Por eso es indispensable fortalecer una cultura de evaluación entre las instituciones públicas (sobre todo educativas) y el personal que trabaja en ellas.
Podemos afirmar que la evaluación permite conocer lo que sucede, valorarlo y actuar más eficazmente. En este sentido, resulta fundamental la construcción de información para elaborar diagnósticos, analizar y evaluar proyectos que permitan orientar la toma de decisiones de la política educativa institucional. Por otro lado, se recomienda la complementariedad de herramientas metodológicas provenientes de distintas perspectivas teóricas para enriquecer el conocimiento sobre el objeto de estudio que intenta ser abordado.

 

Referencias Bibliográficas

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Cannova, P; Rossi, A; Ibarra, M; Rodriguez, M; Oliva, G; Arias Mercader, M. (2012). Estrategias de intervención en gestión para el diseño de una política educativa: El Bloque académico. Ponencia en: Jornadas de Enseñanza Inicial, Primaria y Media Universitaria. UNLP, La Plata.

Roncoroni, M. (2013). Informe de evaluación Bloque Académico. Colegio Nacional UNLP.

Terigi, F. (2010). Las cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias escolares. Conferencia de Apertura del Ciclo Lectivo. Santa Rosa, La Pampa.

Szychowski, A. (2013). Ingreso a la escuela media y subjetividades contemporáneas. En: Prospectiva, Revista Digital de Educación del Colegio Nacional, La Plata. UNLP.

Dussel, I. (2003). Inclusión y Exclusión en la escuela moderna argentina. Una perspectiva postestructuralista. En: Papeles, Revista de la Universidad de Granada. España.

Vassiliades, A. (2012). Regulaciones del trabajo de enseñar en la provincia de Buenos Aires: posiciones docentes frente a la desigualdad social y educativa. Tesis de Doctorado. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.