Ante un salón de actos colmado por autoridades de nuestra universidad y del CNLP, estudiantes, docentes, no docentes, invitados especiales y ex alumnos, se dio inicio a las celebraciones por los 140° años de nuestro Colegio.
El acto contó con la actuación del Quinteto de Vientos de la UNLP, que además de interpretar el Himno Nacional, ejecutó “Allegro” de Jacques Ibert, “El oboe de Gabriel” de Ennio Morricone y “La trampera” de Anibal Troilo.
A continuación, y luego de la proyección del video institucional que relata la historia de nuestro Colegio, la directora del CNLP, Dominique Suffern Quirno, realizó un repaso de la vida de nuestra institución, destacando su profunda raigambre en nuestra comunidad: “Este querido colegio fue creado como un proyecto de avanzada. Constituyéndose hasta el día de hoy, como un referente indiscutido de la educación pública, inclusiva, gratuita y de calidad. El espíritu con el que nació es el que mantiene vivo hasta la actualidad porque ese es el espíritu de nuestra universidad.”
Por su parte, el presidente de la universidad, Martín López Armengol, destacó el rol del CNLP en estos 140 años de vida, haciendo especial hincapié en el futuro, simbolizado por las jóvenes generaciones de estudiantes presentes en el salón de actos.
Para finalizar, el coro del Colegio, dirigido por el Mtro. Emiliano Linares, interpretó algunas obras de su repertorio al que sumó el Himno del Colegio, compuesto por Rodolfo Kubik, en 1963.
Estuvieron presente, además del presidente de la UNLP, el Prosecretario de Asuntos Académicos de Pregrado de la UNLP, Prof. Darío Esteves, el Secretario de Relaciones Institucionales de nuestra Universidad, Abog. Javier Mor Roig y el Secretario de Extensión Universitaria, Lic. Sebastián Palma.
El festejo continuó por la tarde, en el Patio de la “Democracia”, con los estudiantes del ciclo básico, quienes compartieron una torta con el escudo del Colegio, participaron de una suelta de globos y escucharon a Juan Gascón, músico, ex alumno del CNLP.
A su vez, los estudiantes del Bachillerato en Energía y Sustentabilidad, se sumaron el 9 de abril, a los festejos por los 140 años de vida de nuestro Colegio.

Breve historia de nuestro Colegio
El CNLP nace prácticamente en forma simultánea con la ciudad de La Plata, como un colegio provincial para varones, con la idea de brindar a los habitantes de la nueva capital, los medios para encarar la educación de las jóvenes promesas del futuro. Sin duda, quienes lo fundaron siguiendo el modelo de los colegios ingleses, con internado y destacados docentes, estaban pensando en educar a la clase dirigente de nuestro país, si bien, por ese entonces, la idea de una educación secundaria se orientaba más hacia lo práctico que a lo académico.Fue necesario esperar hasta 1887, para que un decreto del Poder
Ejecutivo nacionalizara el colegio provincial creado en 1885 y lo convirtiera en el Colegio Nacional, que luego quedaría incorporado a la recientemente creada Universidad Nacional de La Plata.
Cuando se iniciaron las clases, un 8 de abril de 1885, el primitivo colegio provincial de varones se encontraba emplazado en la intersección de las calles 9 y 47. En agosto de 1886, se trasladó a un edificio, propiedad de la provincia, ubicado en la esquina de 51 y 17. Desde 1907 a 1910, funcionó en el edificio ubicado en la calle 8 entre 57 y 58, actualmente la Escuela Provincial Nº1 y el Normal Nº3, también propiedad de la provincia.
En septiembre de 1910, Joaquín V. González, inauguró con la presencia de las más altas autoridades provinciales y nacionales, el nuevo edificio del Colegio Nacional, tal como lo conocemos hoy. El complejo edilicio albergaba un modelo único en el país en materia de enseñanza, que anexaba al edificio principal un internado modelo, el Universidad de La Plata Internado (U.L.P.I.), en donde los alumnos convivían con sus profesores y bedeles, rodeados de atenciones y comodidades y de un gran parque con valiosas piezas decorativas. También contaban con un inmenso gimnasio cubierto, semejante a un templo griego y una pileta de natación. Se disponía, además, de canchas para practicar todo tipo de deportes, incluso, yachting en el vecino Dock Central.
Este centro educativo fue único en todo el país distinguiéndose, desde su nacimiento, por su carácter experimental y de innovación pedagógica constituyéndose hasta el día de hoy, como un referente indiscutido de la educación pública, inclusiva, gratuita y de calidad. El espíritu con el que nació es el que mantiene vivo hasta la actualidad porque ese es el espíritu de nuestra universidad.
Por sus aulas centenarias pasaron Julieta Lanteri, Pedro Henríquez Ureña, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sábato, Enrique Anderson Imbert, René Favaloro, Sergio Karakachoff, Juana Cortelezzi, Humberto Antonio Fabris, Arnaldo Orfila Reynal, Rafael Arrieta, Bernardo Manzino, Daniel Favero, Federico Moura, Julio Palmaz, entre otros.
Su histórico salón de actos fue testigo del comienzo de la vida académica de nuestra Universidad, albergando tanto a la Asamblea Universitaria como a populosas asambleas estudiantiles que dieron inicio al proceso de incorporación de los alumnos al cogobierno de nuestra universidad.
En la actualidad más de 2000 estudiantes comparten las aulas con casi 400 docentes, quienes junto a 70 integrantes del cuerpo no docente conforman la comunidad educativa del Colegio.
La puesta en valor, preservación, conservación y exhibición de su patrimonio histórico hacen que el Colegio Nacional se encuentre integrado activamente a la red de museos de nuestra Universidad. La Sala Histórica y centro de ex alumnos “Profesor Federico Carlos Ciappa”, es el resultado de un proceso de concientización histórico institucional. Allí pueden verse, además de elementos conmemorativos de distintas épocas, libros antiguos y colecciones bibliográficas donadas por profesores de la casa, como Eithel Orbit Negri y Edelmiro Calvo, además de mobiliario y objetos de gran valor histórico.
El Museo de Física, que durante muchos años funcionó en el “Partenón” hasta que, en la década del setenta, regresó a un nuevo edificio en el ámbito del Colegio, donde se encuentra actualmente, resguarda instrumentos de valor histórico, muchos de ellos de consulta dado que no existen en la facultad de Ciencias Exactas.
El Museo de Ciencias Biológicas cuenta con una gran variedad de elementos educativos. Alberga una valiosa colección con piezas únicas de Anatomía, Arqueología, Antropología, Mineralogía y Zoología.
El Edificio Madres de Plaza de Mayo aloja a la Biblioteca Sergio Karakachoff, con un número cercano a los 46.000 ejemplares y una sala de lectura de libre acceso a los volúmenes. La Asociación Madres de Plaza de Mayo, filial La Plata, donó los retratos de desaparecidos que hoy, en homenaje se exhiben en la Sala de Lectura “Ernesto Sábato”.
Es digno de destacar el compromiso asumido por este Colegio y nuestra Universidad en la tarea de resignificar y reescribir la memoria institucional a partir del pasado colectivo, promoviendo las condiciones necesarias para asegurar el acceso público a información relevante contenida en los archivos de cada unidad académica y de los colegios de pregrado.
Con el paso de los años se sumaron el Mural de la Noche de los Lápices; la obra “Memorial”; el limonero plantado en homenaje a Chicha Mariani y la histórica baldosa de Plaza de Mayo donada por la Fundación Madres. Como una forma de conectar a los estudiantes con la historia del CNLP se reforzó el “Espacio de Memoria” y se sumó una placa conmemorativa por nuestros héroes de Malvinas.Desde el pasado 2 de abril, a pedido de sus ex compañeros, el Patio del ala de 48 lleva el nombre del único egresado de nuestro Colegio, caído en combate en la guerra de Malvinas: “Ricardo Horacio Herrera”.
En el año 2023, en conmemoración del 40º aniversario de la vuelta de nuestro país a la vida democrática, el patio del ala de la calle 50, fue bautizado como “Patio de la Democracia”, en honor a los miles de jóvenes que lo han transitado a lo largo del tiempo y lo siguen transitando en la actualidad. Este es un espacio donde, desde 1982, se mantiene viva la tradición de nuestros bachilleres, de dejar su huella con una frase que los representa.
Desde sus orígenes, el Colegio Nacional “Rafael Hernández” ha sido garantía de calidad educativa, innovación pedagógica, inclusión, valores fundacionales que aún hoy siguen vigentes y alumbran nuestro futuro.