Edgardo Antonio Vigo
Edgardo Antonio Vigo nació en La Plata en 1928. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se graduó como profesor de dibujo a los 25 años.
Un punto clave en su vida fue 1953, cuando viajó a Europa y transformó su visión sobre el arte. Allí entabló amistad con el artista venezolano Jesús Rafael Soto, quien representaba el Arte Cinético, y se acercó a la obra de Marcel Duchamp, figura clave del Dadaísmo. Al regresar a Argentina, en 1954, realizó una exposición en la que el público fue invitado a destruir las obras al final de la muestra.
A partir de entonces, sus creaciones se distancian de las formas tradicionales, explorando el collage, mini instalaciones, y piezas que él denominó “Relativuzgir’s”, que mezclaban geometría y numerología. También inventó máquinas inútiles y maquetas enigmáticas.
Para difundir sus ideas, fundó revistas como W.C. y DRKW 60, donde compartía sus teorías sobre el arte. En la década de 1960, lanzó la revista Diagonal 0, que incorporaba poesía no solo a través de palabras, sino también de forma visual. Reunió a artistas y personas interesadas en las expresiones vanguardistas. Su obra trascendió fronteras gracias a la correspondencia constante con artistas internacionales, logrando reconocimiento en países como Francia y España.
Uno de los aspectos más destacados de su carrera fue su paso por el ámbito educativo. En 1961, comenzó su labor como docente en nuestro Colegio, un momento clave de su vida profesional. Este período fue crucial, ya que le permitió transmitir sus conocimientos a generaciones de estudiantes, muchos de los cuales fueron influenciados por su enfoque innovador y su pasión por el arte.
Vigo también creó el Museo de la Xilografía, una institución itinerante que no tenía sede fija y que se montaba en clubes y colegios para mostrar su visión de la creación artística. Sus teorías se plasmaban en libros como De la poesía proceso a la poesía para y/o realizar y el manifiesto Hacia un arte tocable.
El público tenía un papel crucial en sus obras, especialmente en espacios públicos, reflejando su visión de un arte accesible y colectivo. Su trabajo también abordaba temas políticos, como se vio en 1972, cuando creó una obra centrada en los fusilamientos de Trelew, ocurridos durante la dictadura de Lanusse.
Vigo fue pionero del “arte correo”, un sistema alternativo para distribuir sus obras por correspondencia, y organizó en 1975 la “Exposición Internacional de Arte Correo” en Buenos Aires.
El dolor de la desaparición de su hijo durante la dictadura militar marcó profundamente su vida y su obra. A pesar de ello, continuó creando, recibiendo premios y participando en exposiciones internacionales, como la XXII Bienal de São Paulo y la I Bienal del Mercosur en Porto Alegre. Sus obras fueron expuestas en varios países y se encuentran en importantes museos.
Vigo falleció en La Plata, el 4 de noviembre de 1997.
El Centro de Arte Experimental Vigo, ubicado en la ciudad, se encarga de preservar y difundir su legado, ofreciendo documentación y siendo un espacio de consulta para investigadores, docentes y estudiantes.