Juana Cortelezzi

Juana Cortelezzi fue una destacada científica en el campo de la mineralogía. Se la reconoce especialmente por ser la primera mujer en ocupar el cargo de Profesora Titular en la Universidad Nacional de La Plata y por sus importantes aportes a la investigación geológica.

Realizó sus estudios secundarios en nuestro Colegio y continuó su formación en el Museo de la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó en 1909, en las carreras de Farmacia y en el profesorado de Ciencias Naturales y Química.

A los 20 años, publicó su primer trabajo en el que resaltó la importancia de la observación de la naturaleza, especialmente en botánica y cómo enseñarla. Este artículo fue publicado en los Archivos de Pedagogía y Ciencias Afines de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP.

En 1907, comenzó a enseñar en el Colegio de Señoritas de la UNLP (hoy Liceo Víctor Mercante), y en 1934 fue nombrada rectora por el presidente de la Universidad, Ricardo Levene. Durante su rectorado, introdujo innovaciones pedagógicas como las salidas de campo para el aprendizaje de las ciencias, educación física y artística, revitalizó la biblioteca, adquirió una valiosa colección de rocas, impulsó certámenes literarios y fundó el Centro de Alumnas.

A partir de 1920, se dedicó a la enseñanza de Mineralogía y Geología en el profesorado de Ciencias Naturales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP.

En 1926, asumió el cargo de Jefa de Trabajos Prácticos en Ciencias Naturales en la Universidad de Buenos Aires.

En 1927, obtuvo su doctorado en Química con una tesis titulada “El ámbar de Magallanes”, dirigida por Walter Schiller, trabajo que fue publicado en la revista de la Facultad de Ciencias Químicas en 1930. Mantuvo una estrecha relación con Carolina Etile Spegazzini, colega suya en Química e hija del célebre botánico italiano Carlos Spegazzini.

A lo largo de su carrera, realizó una gran cantidad de investigaciones que resultaron en publicaciones científicas, principalmente en revistas de Alemania y Francia. Además, estuvo activa en la comunidad científica argentina, destacándose como Secretaria de la Comisión Directiva -Sección La Plata- de la Sociedad Científica Argentina, en 1939.

El Colegio Nacional “Rafael Hernández” le proporcionó una base académica sólida que alimentó su interés por las ciencias. Su formación en este Colegio le permitió no solo adquirir los conocimientos técnicos para su carrera en Farmacia, sino también desarrollar las habilidades pedagógicas esenciales para su labor docente, lo que fue fundamental en el desarrollo de su vocación científica y educativa.