Intercambio con el Lycée Henri IV de Francia: Día 13

Hoy fue un día caluroso en París. Desde temprano, los estudiantes avanzaron en sus trabajos siempre en forma colaborativa con sus pares franceses en las amplias aulas de que dispone para el colegio anfitrión para nuestros alumnos.

Después de almorzar, la delegación partió rumbo al barrio de Saint Germain des Prés, acompañada por estudiantes del Liceo que oficiaron de guías. Bajo el sol de un París primaveral aunque con temperaturas estivales, caminaron este barrio, emblemático por su movida cultural, cuyas calles se encuentran pobladas de numerosas galerías de arte.

La primera parada en el recorrido por el Boulevard Saint Germain fue el Teatro Nacional Odeón. De un definido estilo neoclásico, este teatro se inauguró en 1782 y desde entonces brinda espectáculos. Un dato curioso es que ha sobrevivido a dos incendios.
Luego, la delegación se dirigió al Palacio de Luxemburgo. Este imponente edificio de estilo barroco fue construido por orden la reina María de Medici, a principios del siglo XVII, para dejar el Louvre convirtiéndose así en la residencia real hasta la revolución, período durante el cual se transformó en prisión. Cabe destacar que desde 1814 es sede parlamentaria.

Nuestros estudiantes continuaron su recorrido para conocer la iglesia del Santo Suplicio, la segunda en tamaño de París, construída en el siglo XVII. El templo es en su parte inferior e interior barroca y en su parte superior neoclásica. Alberga pinturas de Eugene Delacroix. El paseo continuó por un lugar muy particular de este barrio donde se encuentran dos cafés muy conocidos por ser centro de reunión de nuerosos artistas y pensadores. Se trata del café de Flore y del café de Les deux magots, ambos fundados a fines del siglo XIX. En la década del 30 comenzaron a ser frecuentados por Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Picasso, Derain y otros artistas también los fueron habitués de estos tradicionales cafés parisinos que, luego de la Segunda Guerra Mundial se transformaron en el lugar predilecto de Ernest Hemingway, Truman Capote y Lawrence Durrell. Incluso Ernesto Sábato en su estadía en París solía frecuentarlos.

Nuestros estudiantes pasaron por el atellier de Eugène Delacroix, actualmente convertido en museo, para dirigirse hacia el Sena y conocer el museo y casa de la moneda. Este majestuoso edificio neoclásico data del siglo XVIII y alberga a esta institución que nació en el siglo IX, lo que la convierte en la más antigua de Francia.

El paseo por la ribera del Sena condujo a nuestra delegación hasta el hermoso edificio del Instituto de Francia, sede de la Academia Nacional francesa, la de Inscripciones y Lenguas antiguas, la de Ciencias, la de Bellas Artes y la de Ciencias morales y políticas.

El recorrido continuó por el bello Puente de las Artes, construído en hierro a principios del siglo XIX, conocido porque en sus enrejados se colocaban candados que simbolizaban la unión amorosa. Esta tradición debió suspenderse debido a la caída de un paño del puente, producto del peso, y obligó a la comuna a retirar los paneles y reemplazarlos por nuevos y lisos.

La jornada finalizó en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes.