Intercambio con el Lycée Henri IV de Francia: Día 5

Hoy fue un día lluvioso pero que mejoró hasta culminar con sol.

Las actividades se extendieron hasta tarde. Los estudiantes de nuestra delegación asistieron a clases durante toda la mañana.

Luego de almorzar, iniciaron una recorrida en la que algunos de ellos tenían asignada la función de guía, de manera tal de ir explicando al resto las principales características de los puntos previamente pautados.

La primera parada del recorrido fue el edificio de la Comedia francesa, también conocida como la Maison Molière, fundada a fines del siglo XVIII y formadora de numerosos e importantes actores franceses.

A pesar de la lluvia, el recorrido continuó por las Colonnes de Bures. 260 columnas de mármol blanco construídas a fines del siglo pasado en el patio principal de los jardines del Palacio Real.

El mal tiempo no doblegó a la delegación, que se dirigió a la Pirámide del Louvre para ingresar y recorrer las salas de este espectacular museo que cuenta con 440.000 obras, de las cuales 35.099 se encuentran exhibidas. Este palacio real devenido museo, comenzó a construirse en el siglo XII como fortaleza para Felipe ll y fue ampliándose permanentemente hasta que Luis XVI comenzó a reacondicionarlo pensando en transformarlo en un museo. Aunque nuestra delegación visitó gran parte del museo, incluyendo obras icónicas como la Gioconda y la Venus de Milo, el tiempo para recorrerlo resulta siempre insuficiente.

De regreso en subte al Liceo, la delegación se unió a una visita vespertina para observar París, esta vez desde un barco que realiza un recorrido por el Sena.
Un atardecer despejado encontró a nuestros estudiantes realizando un picnic en la ribera del río luego de haber apreciado incomparables vistas de Paris desde el característico “bateaux”. Desde esta ubicación pudieron observar los principales puentes que cruzan el Sena (Alejandro III, uno de los más. bellos) y edificios de París.

Para culminar el extenso paseo, los estudiantes rodearon a pie l’île de la Cité y de Saint Louis, asistiendo al encantador espectáculo del encendido de las luminarias de la ciudad luz, que despertó un grito de admiración a toda la delegación cuando presenciaron el encendido de las intermitentes luces de la Torre Eiffel.