Mil Mujeres de Paz en el Mundo

En el marco de un nuevo aniversario del #NiUnaMenos, se presentó en el CNLP la muestra Mil Mujeres de Paz en el Mundo, una colección que retrata la historia de mujeres que lucharon y luchan, en distintos lugares del mundo, para construir una sociedad más justa y equitativa. Esta obra al igual que los retratos de la Hermana Martha Pelloni y de Mirta Clara fueron donados a nuestro Colegio por la red internacional Mujeres de Paz en el Mundo.

En un emotivo acto desarrollado en el Edificio Madres de Plaza de Mayo, la directora Dominique Suffern Quirno recibió las obras de manos de María Julia Moreyra, representante de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de Mujeres de Paz. En la misma ceremonia se hizo entrega de los retratos de Silvia Vera Ocampo y María del Carmen Sarthes al Bachillerato de Bellas Artes de la UNLP , que fueron recibidos por su Vicedirector, Pablo Araujo.

Durante la apertura, en la que estuvo presente María del Carmen Sarthes, nominada al Premio Nobel de la Paz 2005, acompañada por estudiantes de 1° y 3° año, la directora Suffern Quirno agradeció a la organización por la donación y valoró la importancia de visibilizar la lucha de estas mujeres que simboliza la de otras tantas. Asimismo destacó la importancia de que puedan estar a disposición de nuestros estudiantes.

Mujeres de Paz en el Mundo es una organización que interviene en favor de la paz, la seguridad y la justicia de manera persistente y valiente. Llevan adelante acciones que se realizan en territorios y contextos donde muchas de mujeres arriesgan sus vidas para denunciar y resistir las injusticias. Esta asociación, con sede en Suiza, nace en el año 2005, cuando mil mujeres de diferentes partes del mundo fueron nominadas para el Premio Nobel de la Paz. A partir de este acontecimiento, se inició la campaña Mil Mujeres de Paz en el Mundo para visibilizar sus batallas, sus historias y sus logros. Por esto, dentro de sus objetivos fundacionales, desde la organización señalan:

Conseguir la paz es un proceso lento y complejo que las confronta  diariamente con nuevos desafíos. Aunque el número de guerras está disminuyendo y a pesar de esfuerzos inmensos, la paz está amenazada más que nunca. En muchos países, la violencia se manifiesta a través de violaciones de derechos humanos, el reparto injusto de los recursos o la privación de derechos democráticos a los ciudadanos. Esto no es una guerra, pero tampoco es paz. En este mundo las mujeres se encargan de la responsabilidad y su trabajo está caracterizado por el coraje y por principios éticos.